Este mes marca la culminación del Jubileo organizado por el gobierno para conmemorar, el quiebre de la democracia en 1973. Sin embargo, es importante notar que la izquierda aún se siente víctima de aquel evento evadiendo su responsabilidad en el mismo.
En este contexto, ha surgido la preocupación de que una de las instituciones más cuestionadas en la opinión pública y según diversas encuestas, el Poder Judicial, se haya unido a la conmemoración.
El Poder Judicial ha estado emitiendo condenas desmedidas contra miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden en los últimos años, como lo han señalado José Miguel Aldunate, Director del Observatorio Judicial, y Patricio Zapata Larraín, en medios de comunicación nacionales.
“Me parece que la tarea del juez es hacer justicia, sin consideración a ningún elemento ni agenda externa, si esa agenda es simbolica, como podría ser los 50 años del Golpe, significa que la Segunda Sala esta instrumentalizando casos en los cuales tiene que hacer justicia, en vez de considerarlo para un fin politico”
Jose Miguel Aldunate, Diario El Mercurio.
Es crítico destacar que estas condenas han sido emitidas bajo un sistema de justicia antiguo y derogado en Chile debido a su naturaleza arbitraria e injusta. Este sistema permite abusos contra los derechos humanos de los imputados, quienes no tienen acceso a sus abogados defensores ni a los expedientes del proceso. Esto plantea serias preocupaciones sobre la imparcialidad y el respeto a los derechos fundamentales por parte del Poder Judicial.
Hoy en Chile, el presidente ha enfatizado la importancia del respeto a los derechos humanos. Sin embargo, el Poder Judicial ha emitido fallos cuestionables basados en presunciones y ficciones, lo que socava la confianza en su imparcialidad y revela deficiencias intelectuales y jurídicas que no deberían existir en un sistema judicial. Un condenado injustamente representa una afrenta a los derechos humanos y una muestra de la ignorancia del Poder Judicial.
El resultado de estas condenas en el último mes ha llevado a la sobrepoblación carcelaria, con presos militares viviendo en condiciones inhumanas, que no se compadecen con el famoso “mínimo civilizatorio”, debido a la falta de recursos y voluntad por parte de Gendarmería para mantener instalaciones adecuadas.
La corrupción en el Poder Judicial ha sido evidente en casos recientes, como la revelación de nombres de testigos protegidos en Arica por parte de un juez de garantía y los casos de abusos de arbitrariedad por parte del Ministro Sergio Muñoz, quien ha protegido a su hija, también miembro del Poder Judicial, quien ejerció teletrabajo como jueza desde Italia, sumado al ya escándalo con la inmobiliaria Fundamenta. Estos incidentes fueron denunciados públicamente por Tomás Mosciatti en Radio Biobío.
Adicionalmente, se ha cuestionado la conducta del Ministro Carroza, quien recientemente se asoció con un ex diputado y ex juez español, Baltasar Garzón, condenado por prevaricación en España y que ha tenido la desfachatez de ofrecerse a arbitrar demandas de Mapuches contra el Estado de Chile, hecho que ha generado controversia y malestar en la región de La Araucanía.
Si bien es cierto que los jueces son seres humanos imperfectos, se espera de ellos a lo menos probidad e imparcialidad, sin verse influenciados por la ideología o presiones políticas, incluyendo aquellas provenientes de ONGs, a quienes se les ha acusado de no entregar adecuadamente las partes correspondientes a los beneficiarios de indemnizaciones.
En el Poder Judicial mismo, se ha planteado la preocupación de que los fallos sean políticos, con la creación de una Segunda Sala “conveniente” en la Corte Suprema integrada por jueces con afinidades políticas de izquierda, así como también entre los ministros de fuero regionales.
En resumen, es esencial que el Poder Judicial recupere su imparcialidad y evite caer en la trampa de emitir fallos con motivaciones políticas. Después de 50 años, es hora de que este poder del Estado se enfoque en garantizar la justicia y el respeto a los derechos humanos, en lugar de contribuir a la polarización y la percepción de abuso de poder, en donde a vivas voces es sabido que uno de los jueces integrantes padece demencia senil, y aun así está a cargo del futuro y condena de un ser humano. Esta es la Justicia de este país, y aún así insisten en que son las FF.AA quienes tienen PACTOS DE SILENCIO.
Tomás Mosciatti, en sus comentarios semanales, ha abogado por la necesidad de reformar, purificar, y de limpiar la pus del Poder Judicial, y es importante que este llamado sea escuchado.
Una vez más se puede señalar la importancia de tener una Constitución Política de la
REPÚBLICA que permita que el
Estado a través de sus principales PODERES cumpla con su mandato primario, PROTEGER A LAS PERSONAS y en ello , su DIGNIDAD, lo que hoy, en el caso de los presos políticos militares ha sido sistemáticamente VIOLADA o
Sea no hay justicia sino venganza sin perdón ni olvido donde todos los organismos y personas de los DDHH profitan
Me interpreta 100%
No puedo estar más de acuerdo con el diagnóstico del poder judicial y que no obstante, ser una opinión generalizada, a nadie parece importarle la necesidad de un cambio, lo aceptamos como un mal irremediable, excepción hecha de los afectados directamente y sus familiares y amigos cercanos.
No existe la voluntad política tanto en el gobierno que parece gozar de esta situación como tampoco a nivel parlamentario.
Ante tal dilema, muchos nos preguntamos si la única vía posible sería la de adoptar medidas irracionales como ha pasado y sigue pasando en otras naciones para lograr justicia, lo que nos convertiría en una sociedad bárbara.
O dicho de otra forma como lo plantea una serie turca, Ud. estaría en condiciones de matar a una persona, a pesar de todos sus principios morales, si ve el peligro que puede afectar a un ser querido.
No creo que en Chile lleguemos a eso a pesar de la prostitución del Poder Judicial, pero, en una de esa ……..
Desconfío del poder judicial, no solo en caso de DDHH, en toda la aplicación de justicia.
Es lento, no es parcial e indiferente
El Poder Judicial debe Reformularse por completo. Esta demasiado lleno de zurdos que no aplican la ley en forma imparcial
Muy buen análisis